Cambios extraños que hay en mí, y no hay duda alguna

A la mañana siguiente me limpié la cara, conseguí un trabajo precario, regulé mis horarios de sueño  y seguí yendo a terapia aunque esta vez con la guardia baja. Estaba agotada pero me dieron ganas de hacer cosas que no hacía; pronto empecé a boxear con mis fantasmas y decidí aprender lengua de señas para hablar desde otra sensibilidad. Hice todo distinto desde que te fuiste, no dudo que tú hicieras lo mismo. El mapa que nos dibujamos está abandonado entre las páginas de un libro que me aterra volver a abrir. La vida es graciosa, ¿no? siento como si fuéramos gente desconocida otra vez, al final no nos hacía falta un mapa si íbamos a querer perdernos.

Así no funciona la magia

La otra tarde quise llorar cuando alguien más me besó y ahora mismo no sé si fue porque no quería estar ahí, o porque no eras tú. Confieso que hoy me pregunté qué va a pasar conmigo si no puedo volver a besarte y fue desolador concluir que no va a pasarme nada y que, más que probable, voy a estar bien. En realidad fue un consuelo para ese casi momento de quiebre, es sólo que nunca me ha gustado del todo la parte en la que se rompen los vínculos, ¿qué significa eso para las personas y las historias? soy la peor de las aprendices de mago, ya deberías saberlo.

Santa Úrsula en domingo

Con todo lo difícil que ha de ser encontrar a alguien sin buscar en medio de esta ciudad monstruo, te encontré esa presurosa tarde de domingo y lograste hacerle esto a mi corazón. Es ridículo todo lo que me he dedicado a pensarte, creo que podría intentar dibujar los tatuajes de tus brazos y he imaginado todos los posibles aromas de tu pelo junto con su textura. Es de verdad ridículo.
Como producto de otra sucia fechoría de la primavera, nos miramos a los ojos brevísimamente y pude verte sonreír mientras te ibas para siempre. Hubiera querido darte algo mejor que mi sonrisa de imbécil, pero nunca he sabido manejar tantos sentires y verme fabulosa al mismo tiempo.

Tal vez lo más hermoso de encontrarte era que no iba a volver a verte jamás, pero no quiero que nunca te me olvides. No sabía que podía volver a sentirme así y hacía mucho tiempo que no miraba así a nadie.

Ojalá nunca te vuelva a encontrar, porque soy capaz de romperlo todo.

Si no fuera de noche.

Cada día salgo de casa antes del amanecer, es de noche todavía y no puedo evitar ponerme tan absolutamente alerta que me resulta agotador. A veces me pregunto si algunas de las cosas que me han aterrado tanto de verdad son tan espantosas o sólo es que es de noche, soy mujer y en este país mueren 9 de mi género a diario y yo camino solitaria en un horario en el que nadie podría escucharme gritar.

– Dos sujetos bajan de un misterioso trailer y se dirigen a su parte trasera para abrir de par en par las puertas justo cuando yo paso por ahí, uno de ellos me mira fijamente por un instante en medio de la noche. O sólo es de noche, porque claro, voy caminando en la acera de un hospital al que a diario vienen trailers en horarios variados a descargar mercancías y materiales requeridos por el sector salud.

– Un auto se estaciona en medio de la noche sospechosamente demasiado cerca de mí y de él desciende un personaje que por algún tiempo camina detrás de mí con poca prisa para introducirse, finalmente, en el hospital. Por supuesto, no soy la única con ahorarios de trabajo demasiado matutinos, tan sólo fue la noche.

– Un hombre de mediana edad parece caminar a toda prisa detrás de mí para luego detenerse misteriosamente y retroceder su camino y perderse en la noche

– Una sombra se asoma para finalmente mostrarse una persona que cruza por los matorrales y camina lentamente como esperando por mí.

Esas son tan sólo algunas de las cosas por las que he sentido miedo, cada día me pregunto cómo me sentiría si no fuera de noche.

Perfume de gardenias, perfume del amor

Estábamos llenxs de coincidencias, parecíamos como parte de un plan siniestro cuyo fin último no alcanzábamos a ver y, arrogantes, asumimos que era el amor. Por una cruel coincidencia llegué sin ti a un lugar en el que todo me hizo pensarte y hasta  creí sentir tu olor y estarme volviendo loca. Sádica coincidencia, no era mi cabeza, ese lugar olía a ti y me envolvió. Quise seguir el rastro hasta hallar la fuente, con un poco de  suerte llegar a ti y verte de nuevo; dejé que mi corazón te buscará una última vez pero, como era de esperarse, no eras tú. Como si todos los graciosos caminos que me llevaban a ti se hubieran cerrado y no me quedaran más que estas sosas coincidencias, volví a terminar derrotada y con el corazón adolorido.

Raíces.

Creo que te extraño. Digo que creo porque no se siente como otras veces, ¿te extraño? No estoy segura. En todo caso, ¿qué es exactamente lo que extraño? Sería desafortunado que se tratara sólo de tu cara, yo que me he llenado la boca diciendo que no me gustan los vínculos superficiales y descubriendo que extraño ver tu linda cara. Pues no, si acaso lo que sí extraño es verla a una nariz de distancia.

Estoy racionalizando mis sentires otra vez, ajá. Sí, ya sé.

Hay una parte de ti que con certeza no extraño ni un poco, el personaje que juegas como a modo de defender no sé qué, perra y perro de pelea. No lo extraño ni un poquito. Irrompible pez acorazado que se pavonea por su mar en calma.

Sospecho que esta vez lo hice mejor porque no me siento morir, aunque a veces quisiera estar cerca de ti y he sentido a mi corazón buscarte. Sé que se va a pasar y no la paso mal, a lo mejor a la próxima lo hago todavía mejor en este agotador juego del ensayo y error.

Creo que me extraño a mí, contigo. La naturalidad y la calma, era tan fácil que parecía que ya había conocido y querido ese lugar. Ahora que lo pienso, con seguridad sé que extraño escucharte hablar, conocer tus proyectos y de alguna manera ser parte, acariciarte y sentirme acariciada por ti, el estallido de nuestras risas entretejidas. Hubiera querido no hacerle tantos nudos pero eso recién lo estoy aprendiendo, una disculpa atrasada. Estoy cansada, extraño el calor de tu barriga ante la mía, escucharte palpitar y verte reír con tus amigos.

Desátame, quise querer tus raíces y terminé siendo aburrida y ya.